27.2.06

Transubstanciación

El ciclope dormía.
Cuando acerqué mi mano a su párpado, descubrió la nada.
Hundí un dedo.
Hilos pegajosos
invadieron mi mano y envolvieron mi cuerpo con una red helada
(una segunda piel).

El ciclope sonrió y durmió.

Al abrir mi nuevo ojo,
imágenes viejas y nuevas multiplicaron seres sobre la tierra.
...
..
(originalmente publicado en el mes de noviembre, dedicado a Ignacio)

5 comentarios:

Héctor Jorquera dijo...

de hundirse se habrá de hundirse, de hacerse, se habrá de hacer,
su voluntad así en la tierra, como en la piel...

Anónimo dijo...

Que lindo euge :)
te admiro mucho mucho

Mua!
te quiero hermosaaaaaaaaaaaa

Héctor Jorquera dijo...

debe decir,
de hundirse se habrá de hundir, de hacerse, se habrá de hacer, su voluntad así en la tierra, como en la piel...

Anónimo dijo...

Siempre llevamos en nuestros ojos imagenes antiguas e imagenes nuevas; paisajes recorridos enmarcan los recientemente descubiertos; aromas que nos sorprenden se enlazan a los que perfumaron nuestros días y nuestras noches desde siempre.
Ud. es un aroma nuevo que con la fuerza inenarrable de su belleza me arroja a miradas que creí perdidas.
Gracias.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Ohhh¡¡¡¡¡¡¡ y yo que me lo pasaba por alto, y expresamente a mi, una infinita ilusión me alberga, y te lo devolveré con creces.
Un beso.