7.5.17

La verosimilitud del sueño se extiende
a los primeros segundos de la vigilia.
Una sensación infundada de bienestar
me abraza y me retiene.

Tu voz, que sólo allí es diáfana,
se desdibuja entre los ruidos de la ciudad.
La calma, ajena a los grises de la rutina,
fluye cual cosquilleo de un cuerpo adormecido.

En aquella juventud sonreíamos libres.
Entre infinitos universos alternos
existe uno en el que vos me soñas.

Y desde mi espejismo al tuyo transcurren
millones de partículas, y a la vez
un único paso en el mundo onírico.