12.3.06

Mi sabio

La mano del sabio desvanece
una época oscura.
Él es mi fuerza y la libre inconciencia,
abrazo que preserva e impulsa,
arrullo viril que cala hondo.
Mi sabio es admiración que seduce y colma
Él ofrece palabras y sueños tibios,
desafíos y éxtasis,
afinidades que vulneran.
Nos buscamos, nos perdemos.
Descalza y clara,
eterna y apátrida,
lo espero.
Para despertar sus sentidos
y extraviarlo con mis juegos.
Para que mi ternura lo haga
hombre nuevo pero auténtico.
Para que sea mío…
Y sea nuestro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Poesia...tu esencia es libertad, deidad de los sin dueños, opio de las almas fatigadas, desahogo de un ser que suspira, autentica ferrea ilusion, soy solitario soñador cuando acudo a ti.

Eugenia, te felicito por el cálido espacio que supiste crear, igual a vos, prometo seguir visitandolo con asiduidad.

Un beso y seguí así

Anónimo dijo...

Quién no quisiera ser Tu Sabio! Nos conformamos con ser tus lectores.

Anónimo dijo...

No soy de adherirme a nada, ni a nadie en especial excepto a mis recuerdos, pero hago mías las palabras de Pedro Eugenio. Y agrego que sabio es quien ahonda en la maravilla de lo simple y disfruta lo simple de lo maravilloso.
Siempre suyo,
Edmundo Dantés, desde el otro lado de la línea del Ecuador.