27.6.06

Al imitador


Cuando La Noche me engendre ubicua
y pueda elegir formas y colores,
me apropiaré de tu voz;
derramaré en otros su secreta poesía,
esa artificial complejidad,
matemática devoción
que desdibuja tu nombre.

Ellos encarnarán tus símbolos
y con fría certeza emitirán
el juicio más temido.


Cuando clames auxilio,
se habrá perdido mi escudo.
Entre multiplicados retratos,
se esconde el único injusto,

el mío.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has erizado la piel... ¿serán tan injustos tus retratos? ¿serán tan temibles tus juicios? O es, acaso, tan justa tu poesía...

Anónimo dijo...

De vuelta por tu blog; un gusto leerte también en esta oportunidad. Me pareció un poema contundente, muy, muy bueno. Y creo que no hay mejor acto de justicia que el de reconocerse injusto y con soberanía suficiente como para decirlo. Bravo!

Anónimo dijo...

Hola, después de un tiempo sin aparecer por acá. Re-bueno el texto, las imágenes, todo. Y me encantó que seas injusta. Una por mil y una que sufrimos nosotras. Sé muy, pero muy injusta.

Anónimo dijo...

He querido pasar un minuto, confieso, con intención de raptar una frase que me zumbaba en el alma, y encontré esta poesía tan particular. Muy buena, muy compleja, y mal leída según creo. Si los otros son encarnación de "sus" símbolos, son casi un espejo y sus juicios serán exactos no por justos sino por correspondencia con lo que reflejan. Y si El Imitador no es una imagen valiosa, sino lo contrario como aprecio, el aparente juicio "injusto" es el único verdadero.
De nada, un gusto leerte y robarte alguna frase que otra... Me inclino ante tu inteligencia, desde el otro lado.

cielo azul dijo...

Todos somos injustos de una forma y otra,la diferencia es que tu lo aceptas y algunos no lo hacemos!

Un saludo del cielo!!

Eugenia dijo...

gracias a todos por sus comentariosssss y por volver al otro lado!!!

Novalis, gracias por decodificarme, me inclino ante tu inteligencia, desde este lado...

Anónimo dijo...

Los nombres y las cosas: todo se desdibuja en la noche; incluso aquello que creemos que está solo porque lo nombramos. Perdón por la interrupción: uno puede apropiarse de aquello que toca con sus manos, que lo moldea, que lo reconoce. El resto es parte de los sueños.
Es terrible clamar auxilio después de haber perdido la fe para encontrar un único retrato injusto.
Pablo

Anónimo dijo...

Un viajecito aquí y una demorita allá; he regresado para congratularme en sus letras... Y en su retrato injusto, que es evidente es el único que pinta con certeza al imitador. Felicitaciones por sus excelentes letras.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Sin armas sin limitaciones, y sin escudos, los simbolos como simbiosis unidos, en secretas palabras.
Saludos.

Anónimo dijo...

Si no tiene sangre para ser original, pues que se pierda como mineral. Afuera!

BELMAR dijo...

...definitivamente: ME ENCANTAS!!!