28.12.06

Crisálidas

El día del juicio encarnan
los últimos de la especie.
Electrizan el aire tus felinos ojos.
Tu voz, fluctuante violencia,
augura el origen de las crisálidas.

Subterráneas esencias
vencen anacrónicos muros.

Converge nuestra sangre.
Derrama… y fluye en las grietas
que engendran tus pasos.

En las horas póstumas,
ardiente plasma irriga
las venas de la Tierra.



27.6.06

Al imitador


Cuando La Noche me engendre ubicua
y pueda elegir formas y colores,
me apropiaré de tu voz;
derramaré en otros su secreta poesía,
esa artificial complejidad,
matemática devoción
que desdibuja tu nombre.

Ellos encarnarán tus símbolos
y con fría certeza emitirán
el juicio más temido.


Cuando clames auxilio,
se habrá perdido mi escudo.
Entre multiplicados retratos,
se esconde el único injusto,

el mío.

20.6.06

Fervor primordial

Eléctrica piel, dispersa boca.
Su abrazo arraiga mi cuerpo,
materia primordial
bajo sus manos.
Ojos cazadores y presas,
incitan, advierten, censuran.
Se hallan desde el otro lado,
como intrusos en foránea cama.
Embriagadas contorsiones;
tensas pieles y músculos,
súbditos del ego y los instintos.
Ardiente suavidad, jovial premura.
Los labios se derraman con el fervor
de los que nunca habían amado.

15.6.06

Anónimos

Libre de prejuicios, tirano de la sed y el tiempo, un abrazo juega a sostenernos. Su aliento húmedo es apócrifo bálsamo de nuestros misterios.

Añejo, un nombre arde en los labios
que embriagan con augurios. Iletrados tus ojos, ignoran los ecos que potencian mi ternura.

Anónimos en la penumbra.
Máscaras y euforia velan el íntimo silencio.

25.5.06

Letras bohemias

Esclavos de los juegos;
mi velo arde con otros nombres,
y tu historia,
hogar de
innumerables
rostros, demora mis palabras.
Aunque seamos nada cierto,
escríbeme.
Despoja las capas de mi piel
y engéndrame etérea.
Duerme en mí, y despierta
tu verdad en mi voz nueva.
Serás bohemias letras en mi boca
y leves huellas en mi cuerpo.
Jugaremos. Y ya no habrá
memoria, ni pasado, ni ecos.

21.5.06

11.5.06

A él

Nívea y despeinada.
Absorta en sus ecuaciones infinitas.
El rumor de su lápiz
me tortura con tu imagen.
Deseo hablarle, tenerla,
confundirnos.
Y así entenderte.
Te regalo su piel y sus labios.
La mirarás con la ansiedad
vibrante de las novedades.
Quizá con ella sean otros los caminos,
otros los tiempos,
y yo me pierda,
a pesar de la poesía y de las calles.


Abandono la mesa.

Ella tampoco te tiene.

5.5.06

Manos extrañas


Las luces póstumas de la tarde,
mínimas esferas de asombro,
nos suspenden en una esquina
de Adrogué, y son anhelo y don.

El tibio sopor bautiza las calles,
incita la unión natural de manos
extrañas y un frágil caminar
que preserve el íntimo silencio.

El éxtasis nubla mis ojos antiguos
y engendra el miedo a tus abrazos
breves y tu mirada lineal,

el miedo a la noche y al olvido,
el miedo a que el fuego o las
cenizas del día me asfixien.

La calle


En la tarde espera mi última risa genuina.
Tu silencio ya no atemorizará las palabras.
Y recorreré sola, otra vez, esta calle infinita.
Si me alcanzas, no me asombrará sentirte.
Hojas de otoño sepultarán
tu caminar apesadumbrado.
En la tarde, ramas secas brotan de mis ojos,
de mi garganta, de mis manos.
El aire me sostiene en esa esquina,
crucificada en la memoria,
para que al verme escapes, otra vez,
y no enturbies lo único que es mío.

3.5.06

A un escritor extranjero

Dos espejos en la muchedumbre oscura.
Desborde flamígero,
ávidos de peligro
mutilamos las leyes y los estados.
Mientras me defiendas por mis letras
y sedienta de las tuyas te olvide extranjero,
nos someteremos al juego,
señor involuntario de las palabras,
para que hilvanes mi ternura con cintas de luz
y envuelvas mi túnica, y mi pluma.
Cuando tus vocales vibran en mí,
los cimientos del mundo caen
y se potencia infinitamente el trueno...
Es la fuerza de nuestras raíces que danzan
al perderse en el bosque la penúltima nota.

2.5.06

El Hielo

Del ardiente mar emerge La Sinrostro.
Impulsándose con los brazos, libera el pecho,
el vientre,
y las piernas.

Su cuerpo vetusto repta sobre El Hielo.
Se cree a salvo, se recuesta y duerme.

No hay ecos en El Hielo. No hay sombras ni luces.
Perpendicular a su noboca fluye un veloz río de arena.
Las partículas explotan al tocar su piel,
pero La Sinrostro no despierta
.

Entonces, una ex poetisa le dibuja los ojos
y las líneas de las palmas.
Sobre algún hielo, muere El Sinnombre.

La ex poetisa (quizá sea casualidad)
bosqueja una sonrisa para el nuevo rostro.
Y se hunde en el mar, apenas tibio.

24.4.06

El fin

Dejo la sombra que resguarda
con tibios placeres.
Y soy libre.Libre de lo efímero,
de la ficción y el instinto.
Libre de la obstinación
y los juegos de la memoria.
Ya no temo tu mirada sólida,
tus cicatrices y tus renuncias.
No creeré en lo absurdo
ni agrietaré mi máscara,
otra vez, para alcanzarte.

21.4.06

El inmortal


una versión modificada... lo he estado completando... la foto salio un tanto torcida


Sed de destrucción,
imposible retorno
y quietud,
Mis uñas en tus huesos,
tu sangre en mi lengua.

Sed que despoja la íntima violencia.
Angustia que sigue al fuego
Y muerte prematura.

14.4.06

Verte,
y huir,
Para no encontrar en vos
La verdad de todas las verdades,
El espejo de los tiempos,
La tragedia del porvenir.

Huir para no develar grietas ni confesar pantallas,
Para no perder la sorpresa de lo inexorable,
La inocencia de creerme artífice.

Huir para no aceptar que soy prescindible,
Que no eclosioné mis potencias,
Que no me encontraré en un otro.

Huir

Anularte

Que la cotidianeidad te asfixie

Y solo entonces…
DESVANECERME EN LA QUIETUD DE LO MUNDANO

22.3.06

Confusión

Despojarme de la piel y encontrarla,
en las calles, en el espejo, en los sueños.
Se encarna infinitamente en otro ropaje,
y quizá, otros huesos.

Juega a ignorar que me apropio
de su respiración y sus huellas.
Camina sin prisa, nada teme.

En el instante en que creo alcanzarla
(su ritmo se ajusta al mío o el mío al suyo)
Ella, mi alter ego, se dirige a hacia mí,
y me traspasa…

… Sé que ahora me sigue,
pero no puedo girar a comprobarlo,
porque mi caminar es lento y nuevo…
Otro el ropaje, otros los huesos.

21.3.06

Mujerarbol (mi primer cuadro)

12.3.06

Mi sabio

La mano del sabio desvanece
una época oscura.
Él es mi fuerza y la libre inconciencia,
abrazo que preserva e impulsa,
arrullo viril que cala hondo.
Mi sabio es admiración que seduce y colma
Él ofrece palabras y sueños tibios,
desafíos y éxtasis,
afinidades que vulneran.
Nos buscamos, nos perdemos.
Descalza y clara,
eterna y apátrida,
lo espero.
Para despertar sus sentidos
y extraviarlo con mis juegos.
Para que mi ternura lo haga
hombre nuevo pero auténtico.
Para que sea mío…
Y sea nuestro.

7.3.06

Trinidad


Olvidó El Fin.
No-ser,
¿Quiénes te recrearán en Otro?

28.2.06

Reencuentro

Respiración ardiente sobre mi piel
La voz ubicua silencia su temblor
Palabras y sueños que encarnados
Enajenan la verdad y el perdón.

Te recupero hombre y sereno
Y ya no duele sentirte en mi cuerpo,
en las habitaciones y en las páginas
que prohibidas conservan tu aliento.

Doblego la obstinación injusta
Que desgarró la risa y las venas.
Combinación exacta de colores

Que tu mirada etérea disgrega.
Inconsciente multiplico tu nombre
tibias letras que mi boca espera.